Marcelalf Administrador de Ernesto Laguardia
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| Tema: BOLT, MAS RAPIDO QUE UN RAYO Dom Ene 18, 2009 10:29 pm | |
| Bolt, más rápido que un rayo El film animado de Disney llega desde hoy a todo el país. Cuenta la historia de un perro, súper estrella de la televisión, que recorre los Estados Unidos en busca de su dueña. La dirigieron Chris Williams y Byron Howard, junto al gran John Lasseter como productor, el máximo referente en animación a nivel mundial.
El perro Bolt, que cree tener superpoderes y busca a su dueña a través de los Estados Unidos, junto a sus compañeros de aventura: la abandonada y descreída gata Mittens y el hamster Rhino metido en una bola de plástico. Notas RelacionadasLasseter: un creador en su ambiente El secreto de su éxito jueves, 15 de enero de 2009
Podés diseñar y crear, construir el lugar más maravilloso del mundo. Pero le toca a la gente convertir el sueño en realidad”. Walt Disney dixit.
Por lo pronto acá, en Burbank, Los Angeles, donde funciona el cuartel general de animación de Disney, la base está. Y de sobra. Quinientas treinta y seis personas conviven a diario en el edificio de tres plantas que alguna vez diseñó el creador de esta empresa. Día a día intentan que la magia se haga realidad.
¿Una imagen vale más que mil palabras? OK. Probemos con esta: John Lasseter (ver recuadro), el “capo” máximo en la materia, dirige los estudios de animación de Disney y de Pixar.
Informal, se pasea por el primer piso con jeans, zapatillas y camisa con los personajes de “Bolt”, el tanque que lanzan hoy en la Argentina.
¿Otra imagen? Mejor dos. Los directores de este film, Byron Howard y Chris Williams, y todo el equipo creativo son sub-40. Y sus oficinas mutan según el film en el que estén trabajando. Por ejemplo, en pleno lanzamiento mundial de “Bolt”, decoraron todas las paredes con los story-boards y con ampliaciones de los dibujos finales.
Además, llevaron objetos de sus mascotas, que cuelgan prolijamente de una pared. En cambio, unos metros más lejos, otro equipo trabaja en el desarrollo de “The Princess and the Frog”. Como es una de princesas, hay coronitas, tules y color rosa por todos lados.
Volvamos a la peli
Es la historia de un perro que es una estrella en la televisión de Hollywood. En la piel de su personaje, Bolt (es su nombre) tiene superpoderes, pero el problema es que él cree que también los tiene en su vida fuera del set. A raíz de un incidente, y mientras recorre los Estados Unidos buscando a su dueña, Penny, deberá aprender a ser un perro normal. Lo ayudarán Mittens, una gata abandonada y Rhino, un hamster metido en una bola de plástico.
“Por acá, por favor”, invita alguien que recibe a la prensa extranjera. Y pasamos a un salón donde Clay Kaytis, supervisor de animación del personaje de Rhino, nos deja con la boca abierta con algunas datos. “Hacer una película de animación puede llevar hasta cuatro años. Para esta tardamos dos”. Como encargado de Rhino, quiso buscarle los mejores movimientos.
“Cuando tuve el guión, lo leí mil veces en voz alta intentando interpretarlo. Cuando estuve seguro, me grabé con una cámara y esos movimientos me inspiraron para dibujarlo”.
Claro que esos no fueron los únicos movimientos inspiradores. A Lasseter se le ocurrió llevar la chinchilla que sus hijos tienen en su casa. Y fue la mascota del estudio por varios meses. “La pusimos en una esfera para poder mirarla desde todos los ángulos”, cuentan Chris Williams y Byron Howard, que aunque hace años trabajan para la empresa, en este film debutan como directores.
Según cuentan, en esta película hicieron un gran trabajo de investigación y observación. “Así y todo se hicieron muchas pruebas para definir los personajes. Por ejemplo Rhino, al principio, caminaba en dos patas.
Hasta que Chris nos dijo que se quitaba verosimilitud, que es algo que un dibujo no debe perder”, admite Howard. Lo mismo ocurrió con las distintas ciudades que Bolt recorre en la historia. “Un equipo técnico fue lugar por lugar para ver con sus propios ojos y sacaron fotos hasta de cómo es la luz a cada momento del día”, relata Chris.
Dos directores
¿Fue dura la experiencia de co-dirigir? Dicen que no, aunque por supuesto muchas veces no estuvieron de acuerdo. “Yo vengo más de la parte de las historias y Byron más de la animación, así que nos complementamos muy bien”, opina Williams. Y sigue: “Cuando no estábamos de acuerdo intercambiábamos ideas mil veces. La idea es no empecinarse, sino intentar encontrar la opción más acertada posible”.
Sobre si hubo grandes cambios en el estudio con la llegada de Lasseter, dicen que sí. “Su llegada fue muy importante. Él es cineasta y ama la animación. Los primeros días que lo veíamos acá no podíamos creer tenerlo al lado”, dice Byron. Por su parte, Chris cuenta que “a John le importa qué tipo de película querés hacer, así que está todo el tiempo empujando a que te desafíes. Fue muy gratificante que confiara en nosotros”.
Que los animales siempre atraen a los chicos, no es novedad. ¿Pero cuál será el secreto de Bolt? “Los personajes no pueden ser más adorables. Y el humor que tiene no sale sólo de los diálogos, sino de sus personalidades”, dicen Chris y Byron, completamente orgullosos de su criatura.
Al revés de lo que se podría imaginar, el uso de la tecnología para hacer los dibujos no hace más rápido el asunto. Hay muchísimos comandos que crear y cargar para que los personajes puedan moverse como una marioneta. ¿La prueba? Apenas pasamos a la “sala de máquinas”.
Computadoras mediante, el staff de Disney explica cómo usar los comandos: cada acción, gesto o milímetro del cuerpo tiene un comando que anteriormente tuvo que ser cargado con mil especificaciones. Y así, de ser un perrito dulce y bueno, Bolt puede pasar, en manos inexpertas, a tener colmillos de seis centímetros, orejas por el suelo y un ojo mirando para cada lado. Mmm..., no, mejor ¡que vuelvan los expertos!
Bajamos al subsuelo
Nos espera Mark Walton, que hace años trabaja como creativo de Disney y, por casualidad, le puso la voz a Rhino. “Nathan Greno, jefe de desarrollo de la historia, tenía un gato llamado Rhino y pensé que sería divertido dar un gran nombre a este pequeño hamster. Es común que los que trabajamos en el tablero le pongamos la voz a los personajes a modo de prueba”. Sin embargo, un día sucedió lo inesperado. “Después de escucharme los directores, me pidieron ¡si podía hacerlo para la película! Fue como ganarme la lotería. Increíble”, concluye.
Dos oficinas hacia la derecha, Clark Spencer, un joven ex Wall Street que se volcó a la animación a través de la producción, revela más detalles. “Acá trabajaron sesenta animadores”. ¿Y cómo es esa relación entre los creativos y quien está detrás de los números?
“Excelente. A veces me toca decir que no porque, en busca de la perfección, los dibujantes podrían rehacer sus trabajos mil veces. ¡Y hay un tiempo y un presupuesto determinado! Pero ojo: hay escenas clave, como la del principio -que recuerda a una de James Bond-, que ameritaba más horas y plata para impactar. ¡Quedó impresionante”. Si él lo dice... Lucila Olivera (CC) | |
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