Ernesto Laguardia de muy joven se rebeló en la familia y optó por incursionar en el mundo de la conducción y la actuación. Su primer trabajo lo obtuvo en Muñequitas, obra en la que con un pequeño papel logró convencer a sus padres Enrique (q.e.p.d.) y Yolanda, de que eso era lo suyo.
"Estudié muchísimo, hice bastante teatro, además conducía en eventos masivos. Duré seis años conduciendo para después empezar como extra en algunas telenovelas", confesó el malvado Rómulo de Corona de lágrimas.
- ¿Te costaron trabajo tus primeras escenas?
"Entre más experiencia, más dominio de escena adquieres, pero al principio es difícil. Me acuerdo muy bien en la película De Noche Vienes Esmeralda, en la que estar en la cama desnudo con María Rojo fue muy difícil".
- Tu primera novela fue La Fiera, sin embargo Quinceañera te marcó...
"Abrió muchas puertas a nuevos papeles, a conocer gente, tener el cariño del público, pero también hay otros roles que me han marcado la vida, como el conducir el programa Hoy, hacer las novelas Alondra y La Antorcha Encendida. También en teatro con Las Mariposas son Libres".
- ¿Fue duro hacer el cambio de bueno a villano?
"Tenía siete años que no hacía telenovela y quería regresar con un personaje diferente. Rómulo representa un reto actoral, porque es un villano reventón. Seguramente regresaremos a los protagonistas, a los sufridos, pero también ha sido una sorpresa para el público y una demostración a la empresa de que uno es capaz derealizar otras cosas".
- ¿Tus tres hijos te siguen los pasos?
"La grande, Barbarita, de cinco años, canta, baila y lo hace muy bien. La verdad quisiera que no se dedicara a esto, Dios dirá. Podría sonar un poco egoísta de mi parte, sin embargo se sufre mucho, y uno no desea que los hijos sufran. Pero si esto pretende, ni hablar".